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Precaliente el horno a 400°. Engrase un molde refractario de vidrio de 13 x 9 pulgadas con una cucharada aceite de oliva.

Parta la calabaza a lo largo por la mitad. Sáquele las semillas y tire la pulpa fibrosa. Enjuague las semillas con agua fría en una coladera.

Coloque la calabaza en el molde preparado, con la cáscara hacia arriba y perfora con un tenedor. Ásela en el horno por 45 minutos o hasta que quede muy suave. Déjela enfriar.

Caliente el resto del aceite de oliva en una cacerola de cuatro litros a fuego medio alto y fría la cebolla, el apio y la zanahoria, revolviendo de vez en cuando, por 10 minutos o hasta que estén suaves pero crujientes. Agregue el ajo y el Knorr® Caldo con sabor de Pollo y cocine por dos minutos. Pele la calabaza y póngala en la cacerola. Agregue el agua y ponga a hervir a fuego alto. Tápela, baje la lumbre a fuego lento y cocine por 30 minutos o hasta que toda la verdura esté bien suave.

Mientras, caliente una sartén de ocho pulgadas a fuego medio y tueste las semillas de calabaza, revolviendo frecuentemente, por 15 minutos o hasta que queden crujientes. Sazone con sal al gusto.

Deje enfriar un poco la sopa y luego muélala de poco en poco en la licuadora o procesador de alimentos hasta que quede tersa. Regrésela a la cacerola y manténgala caliente. Agregue dos cucharaditas de chipotle.

Combine la crema, la mayonesa y el resto del chipotle en un tazón pequeño. Sazone al gusto con sal y pimienta. Adorne la sopa con una cucharada de la crema de chipotle y unas semillas de calabaza.